¿Cómo se comporta un Pastor de los Pirineos?, todo sobre su temperamento

El Pastor de los Pirineos es un perro originario de Francia que se caracteriza por su apariencia curiosa, ya que suele apreciarse en dos variedades: la de pelo largo, que tiene un grueso pelaje áspero; y la de cara rasa, que presume de un fino abrigo más corto. Ambas son de aspecto adorable y pueden ser de cualquier color a excepción del negro.

La organización American Kennel Club lo considera un animal de compañía extremadamente longevo, ya que puede vivir hasta los 19 años si se mantiene en las mejores condiciones y con todos sus cuidados básicos. Si planeas integrarlo a tu familia, pero no sabes cómo se comporta, aquí te decimos todo acerca de su temperamento, de acuerdo con expertos de la asociación WagWalking.

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Comportamiento del Pastor de los Pirineos

Las raíces del Pastor de los Pirineos son profundas, y esos rasgos de personalidad se pueden apreciar en todos los perros de esa raza, que es bastante enérgico, juguetón, y con una disposición alegre para compartir con su familia, por lo que podría ser el compañero perfecto para ti. Sin embargo, tiende a unirse a una sola persona y, como es naturalmente protector, es probable que desconfíe de los extraños.

Es por ello que debe socializar desde cachorro con diferentes personas, perros y situaciones, esto para que crezca en un entorno de confianza hasta convertirse en un compañero más amigable. Además de eso, sería bueno que entrenara a una edad temprana para que aprenda a ser un buen chico, pero de manera positiva y sin golpes o gritos. La buena noticia es que su raza es muy entusiasta e inteligente, por lo que educarla no sería una tarea difícil.

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Este amiguito es un perro que está involucrado en todas las actividades del día y necesita de una persona activa o una familia que pueda igualar su energía, algo que deberías tomar en cuenta antes de llevarlo a casa. Por otro lado, al ser naturalmente paciente y tolerante, puede llevarse de maravilla con los niños y otras mascotas, pero se debe considerar que aún conserva su instinto de pastoreo, por lo que no es de extrañar que los persiga o arree.

Cabe señalar que es altamente entrenable, pero requiere de un refuerzo positivo y un entrenador constante, pues sin su entrenamiento de obediencia, podría volverse un experto en ladridos molestos. Esto también puede evitarse si se le da un trabajo que hacer, como rastreo, pruebas de habilidad para correr, exposiciones caninas, pastoreo, rally y otros deportes caninos que ayuden a mantenerlo feliz y en forma.